octubre 07, 2014

¿Es Israel "El pueblo de Dios"?


¿Cuántas veces has escuchado en las iglesias la expresión “vamos a orar por Israel, ese es el pueblo de Dios” “ Vamos a bendecir a Israel, el pueblo del Pacto” entre muchas otras invitaciones a defender y hasta justificar los excesos en el uso de la fuerza militar, sólo porque creemos que ese pueblo todavía es aquel con el cual el Señor trató en el Antiguo Testamento?

¿De dónde viene esa creencia? Se origina en el siguiente pasaje de la Biblia donde Dios hace pacto con Abraham diciendo:

 “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” (Génesis 12:1-3).

Este es el texto que usualmente se usa para enseñar que los cristianos estamos prácticamente obligados a apoyar y defender a Israel en todo, a fin de recibir la bendición que el texto contempla y evitar la maldición. Pero, ¿es esto así?  Veámoslo por la Palabra:

En primer lugar notemos que el texto anterior contiene varias promesas hechas a Abraham y a su descendencia que en un sentido limitado se refieren a Israel, pero cuya esencia y plenitud esta dirigida a todas las naciones de la tierra sin distinción de raza, quienes por la fe en Jesucristo alcanzarían las bendiciones prometidas. De modo que el texto no es exclusivo para el linaje físico de Abraham sino que como dice la Escritura:

porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.” (Romanos 9: 6-8)

 Las Escrituras son claras al establecer que la sustancia del Pacto no consistían meramente en la prosperidad material y mucho menos que el mismo beneficiara a una nación y una raza de personas en particular, sino que dice: “En ti serán benditas todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). Más bien la esencia de ese pacto es que del linaje de Abraham saldría el Salvador del mundo. Esto queda más claro aun cuando Pablo escribe a los gálatas diciendo:

 “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a  Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de  Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni  mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:23-29)

 Como pueden ver La Biblia no deja lugar a dudas acerca de como una persona obtiene salvación indicando que sólo en Cristo es posible: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12)

 En segundo lugar aunque todavía hay promesas futuras para Israel, éstas no son para toda la nación ni bajo condiciones fuera de las ya establecidas por Dios. La Palabra dice: “Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo;” (Romanos 9:27) y “me mirarán a mí a quien traspasaron” (Zacarías 12:10). Ese remanente deberá invocar el nombre del Señor y creer en Jesucristo, como el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).

 Por último quiero señalar que el Israel que existe desde hace mas dos milenios NO ES el pueblo de Moises, Josué, Samuel, Gedeón , David, Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Ezequiel, entres muchos otros hombres y mujeres adoradores y pregoneros de la Palabra del Señor. Aquel pueblo, aunque rebelde y duro de cerviz podía contar como parte de los beneficios del Antiguo Pacto, con la asistencia espiritual de cientos de estos instrumentos de Dios para amonestarlos y hacerlos tornar de sus malos caminos. 

Hoy existe una nación cuyo orgullo esta en su fuerza y autodeterminación, no en la confianza en Dios. Su población, en un porcentaje muy alto es atea y los pocos que todavía dicen creer en Dios desconocen y tienen muy poco interés en Las Sagradas Escrituras. Pero lo más relevante en esta nación es el concepto aberrante que mantienen dos mil años después acerca de Jesucristo. Para ellos, el es un engañador, falso profeta, hijo de un soldado romano y una mujer violada por éste.

¡Ésta gente nunca se ha arrepentido de sus pecados, nunca han honrado al Autor de la Vida, se han mofado de Cristo como ninguna otra nación! Y todo esto, a pesar de ser el pueblo que recibió más luz acerca Dios y del plan de salvación. De tener el privilegio de que por sus calles y aldeas caminaran los pies de Dios hecho hombre obrando poderosos milagros y hablando como nadie nunca habló. Es increíble que el Islam, una religión con menos evidencia acerca del Mesías que el Judaísmo tenga una valoración de mayor honra hacia El Señor, aunque igualmente falsos.

 Entonces, ¿Debemos llamar a Israel el pueblo de Dios y apoyarlos como se hace ciegamente en todo? Si nuestra respuesta es positiva, estaríamos admitiendo que la salvación no es exclusiva de los que creemos en Cristo, sino que los judíos se salvan por ser judíos y por tanto no hay que predicarles el evangelio de Cristo, no tienen que arrepentirse de sus pecados para entrar al Reino de Dios y pueden continuar burlándose y blasfemando del Hijo de Dios y todavía ser aceptos en El Amado. ¡No! ¡En ninguna manera! La Biblia dice en el Salmo 2:12 “ Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino”. Y también “El que en él cree, no es condenado;pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” (Juan 3:18).

Por todo lo anterior concluyo señalando que el Pueblo de Dios NO es Israel, sino la iglesia fundada por Nuestro Señor Jesus, formada por gente te todas las naciones y lenguas quienes por la gracia del Señor han recibido en sus corazones al Cordero de Dios. Que como Pueblo de Dios debemos orar por Israel como oramos por cualquier nación o persona que no haya recibido a Cristo Jesús como el verdadero Mesías de Dios. Sin acepción de personas y sin privilegios.



2 comentarios:

  1. No amigo, recapacite; Israel, es el pueblo de Dios, ÉL lo eligió, mejor bendiga a ese pueblo elegido por Dios, no las cosas malas que haga, no los errores militares o de gobierno que haga, Israel ha sufrido mucho, ha sido un pueblo perseguido y dispersado, Dios lo dijo y esta en la Biblia, nosotros los creyentes en Cristo, los que hemos aceptado su redención, los que hemos nacido de nuevo, somos "adoptados", fuimos injertados a la rama natural; por favor, entre en razón, busque la luz del Espíritu de Dios y escudriñe bien la palabra del Señor, bendiga al Pueblo de Dios, pida por su Paz, pida que regresen al Señor que los Salvó, pida que caigan de sus ojos esas vendas de siglos y al fin reconozcan que Jehová es Dios, que es el mismo de ayer, hoy y siempre, que Jesús es el hijo de Dios, de que el Cristo vino por los suyos, y los "suyos" son el pueblo de Dios: Israel. Dios le bendiga. Romanos 11. [pida sabiduría]

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  2. Braulio De la Vega y Peón.12 de mayo de 2021, 9:05

    De acuerdo con su publicación.

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